La práctica valida los modelos, se puede decir a partir del
éxito arrojado por los tratamientos bioingenieriles. En el Valle del Cauca son diversas las experiencias en las cuales hemos
participado con organizaciones como La Fundación
CIPAV, y en contrataciones directas de la Corporación Ecoambientes, con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca CVC.
De dichas experiencias,
en las cuales se han recuperado más de un centenar de hectáreas severamente erosionadas, y que, seguramente, ningún presupuesto local contemplaba debido a los altos costos por métodos tradicionales de
la ingeniería civil –cientos de millones y quizá miles-.
Se puede hacer un paralelo entre los costos entre una y otra
alternativa de solución de un problema de erosión severa (ejemplo: obras civiles para la contención de material de una remoción
masal, versus tratamientos bioingenieriles), el factor de obras civiles multiplica en un
400% al presupuesto que maneja los tratamientos con base en la bioingeniería.
La diferencia radica en que la bioingeniería potencializa
los recursos propios de la región (guadua, estacas, semillas, rizomas de plantas nativas) en tanto que las obras civiles invierten
gran cantidad del presupuesto en piedras, gaviones y concreto. Es por esto, y también por el mínimo impacto que tiene en el
paisaje, que la bioingeniería está ganando espacio y gran fuerza como alternativa en la restauración de áreas degradadas.
Tratamientos de tipo Bioingenieril en zona de ladera:
Antes de dar una fórmula general para la restauración ecológica
de una área afectada, se debe hacer un riguroso análisis diagnóstico, el cual verifica las posibles causas que participan
en la degradación.
Se puede decir que en la gran mayoría de los casos, existen
patrones comunes que originan una erosión severa, del tipo remoción masal. (Denominados deslizamientos o derrumbes).
Un factor desencadenante del fenómeno aquí expuesto es la
presencia de aguas que saturan los terrenos, pueden ser aguas de nacimiento, o aguas de procedencia doméstica. El agua se
mezcla con el suelo, convirtiendo en lodo o en una masa semilíquida que con la gravedad, es arrastrada hacia partes con menor
energía potencial, originando los derrumbes.
Otro factor es la presencia de ganadería intensiva en pendiente,
y la ausencia de coberturas vegetales en zonas de potrero. Esto va originando una perdida progresiva del suelo del horizonte
A.
En todo caso, todo tratamiento debe partir de un fuerte diagnóstico
causa- efecto del problema presentado. Existen herramientas metodológicas para realizar este diagnóstico, como es la matriz
de ponderación de causa- efecto desarrollada por la Fundación CIPAV.
Para la zona de ladera se ha encontrado diversas causas,
entre las cuales se encuentran las siguientes:
- Mal
manejo de aguas tanto domésticas y servidas.
- Falta
de mantenimiento de cunetas y alcantarillas en vías veredales.
- Deforestación
y ganadería intensiva sin manejo de coberturas.
- Inadecuada
construcción de vías en zonas de pendiente.
- Explotación
inadecuada de canteras.
- Inadecuadas
labores culturales en cultivos.
En general, se pueden clasificar los diversos tratamientos
en los siguientes items:
1.
Estructuras de contención
y disipación de energía potencial del suelo y cinética del agua.
a.
Disipadores simples de energía: se emplean para disipar la energía cinética de corrientes de agua superficiales, en
sitios donde se ha dado el fenómeno de cárcavas remontantes. Se pueden construir con material vegetal nativo (guadua verde,
estacas de nacedero, o arboloco.)
b.
Trinchos vivos. Son estructuras
con base en guadua (Angustifolia kunt) los cuales de acuerdo a la fórmula de Anaya
et al. (1.977) se emplean para reducir la inestabilidad del terreno que ha sido afectado por los procesos erosivos.
c.
Terrazas de estabilización:
es un conjunto de estructuras en las cuales se intercalan trinchos mas estacas de plantas nativas y tierra, que tiene como
objetivo estabilizar el terreno en zonas aledañas a vías o carreteras.
d.
Ventanas de evacuación.
Son estructuras que se construyen en las vías con fuertes pendientes cada 10
metros aproximadamente, para evacuar las aguas lluvias y así evitar grandes caudales que impactan en
zonas bajas.
2.
Estructuras para la evacuación
de aguas.
a.
Filtros vivos: son estructuras
que sirven para extraer el agua en terrenos que presentan saturaciones bien sea superficiales o subsuperficiales, las cuales
son generalmente responsables de la inestabilidad de las laderas y factor desencadenante de las remociones en masa. Se construyen
con material vegetal vivo.
b.
Filtros muertos. Especialmente
útiles para drenar vías. Se construyen con material vegetal y piedra. Sirven para mantener drenada el agua en las vías en
las partes en donde se suele acumular formando saturaciones e inestabilidad de los taludes.
3.
Revegetalización de las
áreas degradadas.
En general todo tratamiento bioingenieril viene acompañado
por la revegetalización a través de siembra masiva de estacas de árboles nativos cuya función es brindar estabilidad adicional
a través del sistema radical, tal como se planteó en los capitulos anteriores. También sirven para proteger los taludes a
través de coberturas nobles, que minimizan el golpe de las gotas de agua contra el suelo. Se debe tener especial cuidado a
la hora de seleccionar el material, ya que debe corresponder a la dinámica local, es decir se debe hacer con plantas nativas
que se adecuan a las características del terreno, y en especial pioneras, para que se dé una adecuada sucesión vegetal.